OLPC ha comenzado a generar diferentes perspectivas de análisis y, sobre todo, nuevas dimensiones en lo que respecta al desarrollo, la finalidad de la iniciativa y sus formas de implementación. Si bien ninguno de los siete países participantes ha confirmado la compra de las computadoras, bien podría afirmarse que la operación está “casi” cerrada. El análisis indica que con la compra de las computadoras la capa de infraestructura comienza a estár [en principio] decidida. Sin embargo, todo indica que las capas lógica y de contenidos de OLPC en la Argentina no están siquiera en proceso de ser pensadas.
Argentina es el único país hispanoparlante del proyecto y uno de los pocos en la región sur que tiene desarrollo de software. De hecho, en el contexto local se ha comenzado a discutir si el software con el que correrán los equipos será un software producido fuera del país, o bien, uno que pueda desarrollarse específicamente para el proyecto. En este sentido se discute sobre UTUTO o Fedora [ver parte de esta discusión].
La discusión no es menor. Si el proyecto es un proyecto para el desarrollo ¿la utilización de un sistema operativo desarrollado localmente o la utilización de uno desarrollado en el extranjero tiene algún tipo de relevancia? ¿puede esto contribuir al desarrollo? ¿puede esto romper, en cierto punto, con la dependencia tecnológica? ¿Es este el típico caso de una cooperación subordinada a las reglas del norte desarrollado?
El diseño e implementación de una solución local puede ayudar a iniciar potenciales desarrollos. Ésta es sin dudas una de las mejores formas de cubrir uno de los objetivos del proyecto: acortar la brecha digital a largo plazo. De hecho, sin desarrollo tecnológico nacional estas brechas se potenciarán en un círculo vicioso que continuará su camino con independencia de la cantidad de computadoras que un ministerio pueda comprar.
En la capa de contenidos la situación es aún más grave que en la capa lógica. No están desarrollados los contenidos comunes, no están planteadas [ni siquiera pensadas] las situaciones didácticas que potencian el proceso de enseñanza y aprendizaje y mucho menos está resuelto el tema de licenciamiento libre que estos contenidos tendrán para la producción colaborativa.
¿Es necesario que estas decisiones se debatan públicamente? ¿Por qué se plantea una reforma educativa de parte del Ministerio y en la implementación de OLPC no se aplica ninguna de las ideas de la reforma? En las decisiones que se tomen sobre la educación de nuestros chicos está el futuro de todos.
Si OLPC tiene como eje acercar la tecnología y acortar la brecha digital sería interesante que previamente se resuelvan estas cuestiones, no menores, ya que el copar las aulas de máquinas no producirá los objetivos buscados. De ser así, una vez más, estaremos perdiendo de vista que las computadoras está también construidas por decisiones políticas y que estas producirán efectos sobre las personas en pleno proceso de formación.
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